Nuevas tendencias de consumo en el mercado de las carnes

Según un estudio de Mintel de diciembre de 2017, los consumidores se preocupan
cada día más por aspectos como la sostenibilidad en los productos cárnicos.
En la misma línea, un informe de Nielsen señala que: “Un 60% de los consumidores afirma esforzarse por realizar compras diarias saludables y un 46% intenta comprar productos respetuosos con el medio ambiente”.
 
A ello se suma la cada vez mayor importancia que tiene la proteína animal en la dieta, especialmente la carne, para un mejor desarrollo físico y mental. Además, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que los niños, a partir de los 6 meses, coman alimentos de origen animal para su desarrollo neurológico y crecimiento celular.
Según el informe de Mintel, el 68% de los consumidores de Reino Unido creen que los productos cárnicos deberían incluir más información sobre el producto en la etiqueta. Esto mismo también lo refleja un estudio de Innova Marketing Insights sobre los productos alimenticios. “Los consumidores en 2018 continuarán centrando su interés no solo en los aspectos saludables de los ingredientes de los alimentos, sino también en el etiquetado, la forma de producción y el envasado.”
 
En Estados Unidos, el 34% de quienes compran productos cárnicos consideran como el factor más importante que la carne sea 100% natural. Mientras que para el 20% de los consumidores de Brasil lo que más les preocupa es la seguridad e higiene en los procesos de producción.
La trazabilidad también es un factor que preocupa, los consumidores quieren saber más acerca del origen del producto, las granjas y los procesos de producción.
Así también, los consumidores millenials están dispuesto a pagar más a cambio de productos cárnicos sostenibles, de mayor calidad y que velen por el bienestar animal.
Las tendencias de consumo indican que la innovación en el sector cárnico ha de orientarse hacia tres aspectos claves: lo saludable, sostenible y seguro. Aquellas empresas que así lo entiendan, además de obtener la confianza de los consumidores, mejorarán su competitividad y verán cómo esto se traduce positivamente en sus resultados.
Con el objetivo de disminuir las deficiencias en la alimentación animal y mejorar su bienestar, un grupo de científicos chilenos desarrolló BiPork, un juguete comestible para cerdos, con ingredientes alimenticios desarrollado pensando en suplir las deficiencias nutricionales de los cerdos que además funciona como elemento de enriquecimiento ambiental.
Esta innovación comenzó a desarrollarse en 2014 por un equipo de académicos e investigadores de la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias de la Universidad de Chile, según publica la casa de estudios en su sitio web.
BiPork está en etapa de prototipo y los resultados de las investigaciones han revelado que los cerdos lo aceptan, juegan con él y lo consumen. Para poder continuar con su desarrollo buscaron el apoyo de Brain Chile, programa de la Pontificia Universidad Católica de Chile y otras instituciones que impulsan proyectos de base científico-tecnológica provenientes de instituciones de educación superior, que además de aportar fondos entregó una completa asesoría para presentarlo como un producto comercial.

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